La política de Carbono Cero tiene como objetivo crear una especie de equilibrio ecológico para neutralizar la emisión de gases de efecto invernadero. Varios estudios reportan que el sector de la construcción civil es uno de los principales responsables del desequilibrio en el que nos encontramos actualmente, al fin y al cabo consume recursos naturales a escala gigantesca y sigue construyendo edificaciones que no colaboran con el mantenimiento del medio ambiente. Por lo tanto, buscar caminos hacia una arquitectura neutra en carbono se ha vuelto fundamental y uno de ellos es aprender de los maestros del pasado, como el arquitecto brasileño João Filgueiras Lima, conocido como Lelé.
Al pensar en el lado humano, desde los trabajadores hasta los usuarios finales de sus edificios, Lelé puso las cuestiones bioclimáticas en el centro de su obra. Así, se ha convertido en un gran referente en estrategias pasivas -sin gasto en energía mecánica o eléctrica- para el confort de la edificación, presentando un dominio de técnicas fundamentales para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, junto con la mejora de la eficiencia energética. Por ello, analizamos la práctica profesional del arquitecto y la dividimos en tres puntos principales que ayudan a pensar la arquitectura de una forma más sostenible.
Menos desperdicio y mejor aprovechamiento de los materiales
Entre los materiales más utilizados en la construcción se encuentran el hormigón y el acero. A pesar de su durabilidad y resistencia, requieren un alto consumo energético y emiten contaminantes durante sus procesos de producción, contribuyendo a la emisión de gases de efecto invernadero. Al adoptarlos, Lelé generó procesos más eficientes utilizando técnicas industrializadas y el propio sistema constructivo. Por lo tanto, creó un proyecto integrado en el que la prefabricación permitió la reducción y el uso de residuos, mitigando el daño al medio ambiente y generando una ganancia en la productividad.
Por su impecable ejecución, el proyecto tuvo un papel definitorio. Con el arquitecto desempeñando su papel de coordinador del conjunto, los dibujos alcanzaron numerosos detalles que resolvieron todos los problemas materiales dejando menos espacio para posibles errores y desperdicios en el sitio de construcción. Además, se cuidó el diseño de las piezas prefabricadas para que el montaje se realizara de la forma más sencilla y eficiente: con fácil transporte y permitiendo además su manipulación únicamente por humanos, y no por máquinas, por sus dimensiones y pesos cargables. Por lo tanto, hay un menor consumo de combustible o energía durante la construcción.
Otro factor fundamental está en la visión de diseño de Lelé, que no veía el proyecto entregado como listo, sino la vida del edificio en su futuro. En su diseño arquitectónico previó algunas soluciones para acompañar la evolución del edificio de acuerdo a posibles nuevas demandas o actualizaciones tecnológicas, para que no quede obsoleto y pueda transformarse o tener un mantenimiento más fácil de acuerdo a lo construido. Se crea así una polivalencia constructiva que evita derribos innecesarios y mayor gasto de material.
Dejar entrar el viento
Al diseñar para un clima tropical, cálido y húmedo, el viento juega un papel clave en la refrigeración y en hacer que el edificio sea más saludable para sus usuarios, por lo que soluciones como el aire acondicionado se vuelven prescindibles. Así, Lelé pensó en diferentes mecanismos para permitir la ventilación cruzada en los ambientes. Además de las cubiertas, como se verá más adelante, existía la preocupación de mantener la circulación del viento a través de aberturas permanentes o marcos que permitieran la entrada de aire cuando fuera necesario.
La eficacia de esta solución es aún mayor, ya que existe una especial preocupación por las fachadas. En muchos proyectos, Lelé crea un área de amortiguamiento a partir de diferentes respuestas: balcones con generosos aleros, vegetación y juegos de agua. Espacios que refrescan aún más el aire antes de que circule por el interior del edificio y que, junto con los jardines internos, colaboran a mantener una temperatura y humedad más suaves en los ambientes.
Uno de los proyectos más conocidos está en el sistema de ventilación creado para el hospital Sarah Salvador, en 1994. Aquí, Lelé diseñó una galería subterránea, en la que el aire es suministrado por conductos metálicos que se insertan entre los tabiques de mortero armado, luego pasan a los pabellones a través de persianas ventiladas y, posteriormente, se extrae a través de los cobertizos que se orientan en sentido contrario a los vientos dominantes - para crear presión y colaborar con el efecto de extracción de aire.
Cobertura como instrumento de balance térmico
Las soluciones adoptadas por Lelé en las fachadas hacen que estas no tengan una ganancia térmica importante. Por eso, para coronar el confort térmico, es fundamental pensar en los revestimientos. A lo largo de su vida, Lelé desarrolló cada vez más este aspecto en su trabajo, aumentando la altura de los edificios, creando colchones de aire para aumentar la protección térmica, adoptando aislamiento entre aluminio y optando por colores claros para aumentar la reflexión y absorber menos calor.
Finalmente, vale la pena mencionar el uso característico de los cobertizos que se han convertido en grandes protagonistas, especialmente en la red Sarah, en algunos proyectos la composición de este elemento gana materiales transparentes, como el policarbonato, y partes móviles que pueden abrirse o cerrarse según la situación, así, permiten la ventilación e iluminación natural potenciando la calidad del espacio.
Hoy, el arquitecto está siendo homenajeado en una exposición en la Escola da Cidade. Uno de los comisarios, Valdemir Rosa, nos recuerda que "la exposición es para mostrar a un arquitecto que, en el siglo XX, ya pensaba en el siglo XXI". Una afirmación que resume la importancia de su obra, que sigue siendo sumamente actual y relevante para pensar un futuro en el que la construcción civil también marque la diferencia en el panorama climático. Que Lelé siga inspirando el futuro.
Este artículo es parte de los temas de ArchDaily: Camino a una Arquitectura carbono neutral presentado por Randers Tegl.
Randers Tegl tiene como objetivo asumir la responsabilidad y pensar de forma sostenible como parte de alcanzar el objetivo de Net Zero. Tanto en términos de cómo los materiales de construcción impactan el clima y cómo envejecen los materiales, pero también con un enfoque en la arquitectura. Es por eso que Randers Tegl creó su serie sostenible GREENER, que viene con documentación completa en forma de EPD, por lo que es posible utilizar el producto en programas de cálculo técnico.
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